Alejandro Mohedano Romero
El amor siempre ofrece alternativas, es sentimiento, es instinto. Es búsqueda, encuentro y reencuentro de cuerpos y almas que se pertenecen o se descarnan, es metáfora. Código que necesita descifrarse, acción, pasión. Vivencia.
Alejandro Mohedano Romero, poeta, resume en la creación de los textos que he leído, -sin duda los poemas son o serán parte de un libro-, la plenitud del erotismo hasta los lindes con la muerte porque sabe que es en ese umbral donde se lucha por su inmortalidad. Es una poesía amorosa que no sólo se aproxima al cuerpo de la amada, sino que lo penetra hasta los huesos; a éstos los conoce hasta la pulverización que se transfigura en dádiva. Sus sentimientos lo conducen con el roce de la carne y las miradas, a esa explosión de sensaciones que pretende resplandezca su búsqueda y consolide la penetración en la amada, del cuerpo como del alma en la necesidad de que la entrega sea mutua. Son la noche y el café, testigos mudos y espejo, intérpretes de sus pensamientos. Es lo felino, misterio, sensualidad, secrecía que late por un instante en uno de sus versos y en los ojos, las manos, el cuerpo de la amada lo hace siempre.
No ejerce la retórica ni cae en la trampa de los lugares comunes, en la fonética o en algunas palabras, la entonación puede proponer diferentes significaciones. Ofrece una unidad de lenguaje que se afirma en lo humano y no sacralizado, en lo circundante y no virtuoso. Salva los muros para trascender fronteras.
Alejandro Mohedano Romero -Payo-, es poeta de altos logros. Presento los poemas que en lectura he disfrutado ampliamente.
Marizela Ríos Toledo.
